Reflexión sobre la presentación profesional y el posicionamiento laboral

Públic

Me gustaría reflexionar sobre la importancia de saber presentarse adecuadamente en el mundo profesional y comprender los mecanismos de posicionamiento en un contexto laboral marcado por la precarización, la temporalidad y la alta movilidad. En este entorno altamente competitivo, la forma en que nos presentamos y comunicamos nuestra valía profesional puede marcar la diferencia entre el éxito y el estancamiento.

Una cuestión fundamental es identificar qué rasgos debemos resaltar y cuáles debemos “esconder”. En un mundo laboral donde la especialización y la adaptabilidad son valoradas, es crucial destacar nuestras habilidades y experiencias relevantes para la posición deseada. Sin embargo, también debemos ser conscientes de nuestras limitaciones y áreas de mejora, no ocultándolas, sino mostrando una actitud de disposición para aprender y crecer profesionalmente.

Otro aspecto que considerar es la relevancia de la imagen personal en el proceso de selección de personal. Llevo ya 10 años en Inglaterra y debo reconocer que aún me parece increíble que en España se ponga una foto en el currículum. No entiendo que beneficio puede aportar al entrevistador tomar decisiones sesgadas o incluso no tan imparciales. Entiendo que, aunque pueda parecer superficial, la imagen que proyectamos puede influir en la percepción que tienen los empleadores sobre nuestra idoneidad para el puesto. La vestimenta, el lenguaje corporal y la actitud pueden comunicar profesionalismo, confianza y compromiso con la excelencia, aspectos que son altamente valorados en cualquier entorno laboral. Pero poner una foto en el currículum puede conllevar a tomar decisiones precipitadas y no dejar la experiencia del aplicante hablar por sí mismo, que al final, ¿no es lo más importante?

Sin embargo, es importante reflexionar hasta qué punto estamos dispuestos a adaptarnos y sacrificarnos para aceptar un trabajo. La búsqueda de empleo puede ser desafiante y en ocasiones puede requerir compromisos difíciles, pero es fundamental mantener un equilibrio entre nuestras aspiraciones profesionales y nuestra calidad de vida. Aceptar un trabajo que no se alinea con nuestros valores, intereses o metas a largo plazo puede llevar a la insatisfacción laboral y al estancamiento profesional.

Para tener éxito en el trabajo y en presentaciones, lo más importante es ser uno mismo y ser consistente. Necesitamos ser honestos sobre quiénes somos, qué podemos hacer y qué queremos de nuestra carrera. Al ser fieles a lo que creemos y valoramos, podemos construir buenas relaciones y alcanzar el éxito de forma duradera.

 

Adriana Alzamora

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